Contexto
El sector agrícola se enfrenta en la actualidad a numerosos desafíos de carácter medioambiental y nutricional. Con el establecimiento del Pacto Verde Europeo, la agricultura tiene que reducir de forma significativa el uso de fertilizantes químicos y pesticidas.
Por eso, el campo es escenario de multitud de proyectos de innovación que buscan una mejora de la productividad, la sostenibilidad y la rentabilidad de los cultivos. Especialmente en el viñedo, que depende en gran medida de la industria de fertilizantes nitrogenados.
Entre las principales alternativas a los fertilizantes de síntesis se encuentran los productos bioestimulantes. En este contexto nace el grupo operativo ‘Digitalización del efecto producido por bioestimulantes y biorregeneradores de suelo a base de microalgas, producidas en la misma instalación del agricultor, sobre el cultivo de la vid’, más conocido como ‘AlgaVid’.
El consorcio de carácter supraautonómico está coordinado por Fundación Ayesa y formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la startup G2G Algae Solutions, el Centro Tecnológico Leitat, Viñedos del Río Tajo (perteneciente a la Familia de Vino y Spirits González Byass) y la Fundación Agroecosistema. Asimismo, cuenta con la colaboración de Bodegas Robles (Montilla, Córdoba) y la viticultora Beatriz Larrosa (Borja, Zaragoza).
El equipo ha trabajado durante dos años para demostrar la viabilidad de los bioproductos elaborados a partir de microalgas en la producción vitivinícola de Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha. De esta forma, esta actuación se ha alineado con la arquitectura verde de la Unión Europea, al promover el desarrollo de un producto de origen vegetal que permite fijar dióxido de carbono (CO2) al suelo, mejorar la fertilidad de la planta, favorecer la estructura y la recuperación del suelo, así como reducir el uso de productos fitosanitarios, entre otros.
El proyecto, presupuestado en 607.083,57 euros, ha recibido una subvención de 599.883,57 euros procedente de los fondos Next Generation y articulada a través del Programa Nacional de Desarrollo Rural y del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
Nuestro trabajo
El objetivo del proyecto desarrollado por AlgaVid ha sido sustituir fertilizantes y abonos de origen químicos en el viñedo y demostrar la viabilidad de los bioestimulantes elaborados a partir de microalgas. Para ello, la hoja de ruta ha comprendido cuatro fases:
- Diseñar un nuevo programa de fertilización y riego a partir de la autoproducción de bioestimulantes con microalgas.
- mejorar el plan de fertilización y la calidad del suelo y del agua de riego de los cultivos. Para ello, se creará un plan de producción de bioestimulantes para cada estado fenológico de la vid, además de un programa de mejora y de recuperación de suelos a largo plazo.
- Desarrollo e implementación de un módulo dotado de Inteligencia Artificial para facilitar la toma de decisiones por parte del viticultor.
- Establecer un protocolo de trabajo para que la solución sea aplicable a otros cultivos y proponer metodologías que justifiquen la necesidad de regular el uso de soluciones vegetales en la producción agraria.
Se han realizado dos ensayos en el marco de este proyecto, uno en el viñedo de Bodegas Robles (Córdoba) y otro en la Finca Bergonza, en Toledo, perteneciente a Viñedos del Río Tajo. En el primer emplazamiento, la producción de las microalgas (proporcionadas por G2G Algae Solutions) ha empleado energía solar en los sistemas de cultivo, mientras que en Montilla el biorreactor de algas se alimentó directamente de la red eléctrica.
En el proceso, se han incorporado tecnologías avanzadas en la gestión de los viñedos, con el diseño y desarrollo de una estación de monitorización ambiental y de suelos. Así, gracias a una red de sensores edáficos, ambientales y fenológicos, dotados con inteligencia artificial, los agricultores han podido monitorizar y manejar sus cultivos en remoto, mejorando la eficiencia gracias a los sistemas Edge y Cloud.
La información recabada por los sensores y fuentes satelitales ha sido posteriormente tratada por una plataforma de datos desarrollada por Fundación Ayesa, que ha traducido los datos en unas gráficas de tendencia y recomendaciones y alertas de utilidad para el agricultor.
Esto ha permitido a los usuarios conocer el estado, en tiempo real, de su viñedo; y por otro lado, usar las recomendaciones que el sistema aportó sobre sobre el riego, sobre el aporte de microalgas y sobre fertilizantes tradicionales.
Este sistema contó también con un chat (voice-bot) con el que el usuario pudo interactuar haciendo preguntas.
Valor añadido
El tratamiento con microalgas ha demostrado ser muy beneficioso, tanto para la producción vitivinícola como para la recuperación del terreno, frenando su erosión.
A nivel agronómico, el uso de dosis y media dosis de la solución a base de microalgas ha permitido una disminución del aporte de fertilización mineral (20% de reducción de NPK), además de lograr en las cosechas de uva mayor grados brix (azúcar) y mayor peso de baya por racimo en el viñedo irrigado con microalgas respecto al viñedo testigo.
En definitiva, este proyecto no sólo ha logrado reducir la dependencia de los abonos químicos, sino que también ha contribuido a mitigar el cambio climático mediante la recuperación de la microbiota del suelo.